Félix María Otálora (1896-1961), de quien se celebran 120
años de su nacimiento, fue un destacado pintor y escultor boyacense que se
formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Su maestro, el pintor Francisco
Cano (1865-1935)i , le hizo un sencillo homenaje al referirse a él como uno de
los buenos artistas de su época. Desde 1930 hasta su fallecimiento fue maestro
en esta institución en las cátedras de Paisaje y Escultura.
Participó con sus paisajes en el I Salón de Artistas
Colombianos (1931), el I Salón Nacional de Artistas (1940), el I Salón de
Artistas Boyacenses (1948) y la exposición colectiva de Festejos Patrios (1953)ii.
Félix María Otálora.
En la selva, 1928.
Óleo sobre tela. 55,7 x 90,6 cm.
Colección Museo Nacional de Colombia,
Reg. 2198.
Su obra paisajista En la selva (1928), que se encuentra
ubicada actualmente en el Muro de la Diversidad de la sala Memoria y Nación, se
caracteriza por mostrar una atmósfera luminosa que impregna la escena de
vibraciones de color sobre la textura de la corteza de los árboles; las hojas y
el suelo, desbordantes de breves pinceladas ocres, marrón, verde claro y
oscuro, azules, grises, rojas y rosadas, resaltan el fondo de montañas en tonos
azules más sosegados.
José
Domingo Rodríguez. Paisaje, 1921.
Óleo
sobre tela. 21,3 x 34,2 cm.
Colección
Museo Nacional de Colombia, Reg. 2437.
El tema de la pintura de Otálora hace referencia a la tierra
como foco de reflexión artística. Se trata de una renovación del paisaje,
despojado de los accesorios costumbristas y anecdóticosiii . Esta idea, sustentada
en la diversidad natural del territorio nacional, inspiró también a artistas como José Domingo Rodríguez
(1895-1968).
En el ámbito de la pintura nacional se distinguió
particularmente por la búsqueda de una expresión propia a través de los nuevos
lenguajes plásticos, derivados del impresionismo. Así lo recordó el historiador
Germán Arciniegasiv , en el discurso inaugural de la exposición del Centro de
Bellas Artes, en 1924, en la que Otálora participóv.
El Centro de Bellas Artes (1924) lo fundó un grupo de
pintores jóvenes, entre los cuales se destacan Pedro Nel Gómez, José Domingo
Rodríguez, León Cano, Adolfo Samper, Efraim Martínez y el mismo Otálora. Estos
artistas decidieron exponer sus audaces obras, desligadas parcialmente de los
cánones academicistas de la Escuela Nacional de Bellas Artes y el prudente
luminismo practicado en el Círculo de Bellas Artes (1920-¿1925?). Buscaron así
un terreno propicio para la exploración creativa que iba en contra del
neo-costumbrismovi.
El trabajo artístico de Otálora no se restringió
exclusivamente a la pintura, sino que se expresó también en la escultura
ornamental y conmemorativa, retomando los valores neoclásicos y románticos que
le transmitiera Cano en la cátedra de Escultura. En éstas predominaron los
elementos simbólicos y alegóricos sobre las estructuras arquitectónicas de
estilo republicano en la Bogotá de principios del siglo XXvii.
Félix
María Otálora, Esculturas alégoricas, ca. 1930. Concreto.
Palacio
de San Francisco, Bogotá. Foto: Pedro Felipe.
Otro ejemplo de su obra escultórica son las alegorías que
coronan la fachada principal del Palacio de San Francisco (1918-1933), ubicado
sobre la avenida Jiménez con carrera 7ª, antigua sede de la Gobernación de
Cundinamarca. Las esculturas que allí se encuentran hacen referencia al
trabajo, representado por el hombre que sostiene en la mano izquierda un
martillo sobre un yunque, y a la abundancia, con la mujer que sostiene rosas,
manzanas, piñas y uvas sobre su regazo, junto con una paloma que parece llegar
revoloteando a posarse sobre la mano derechaviii.
Félix María Otálora, Dama y centurión
romano, ca. 1926. Concreto.
Museo Policía Nacional, Bogotá. Foto:
Samuel León Iglesias.
Miguel Ángel Buonarroti, Noche y día,
1524-1534. Talla en mármol.
Monumento funerario de Giuliano de
Medici. Florencia, Italia. Foto: Rabe.
La fachada principal del Museo de la Policía Nacional
(1923-1926), en Bogotá, constituye otra muestra de la labor de Otálora como
escultor, donde aparece la pareja llamada Dama y centurión romano, mejor
conocidos como La noche y el día, dada su semejanza con las alegorías del mismo
nombre que decoran el monumento funerario de Giuliano de Medici, duque de
Nemours (1524-1534) esculpido por Miguel Ángel Buonarrotiix.
Gumersindo Cuéllar Jiménez.
Palacio
de Justicia destruido el 9 de abril de 1948, ca. 1926.
Copia en gelatina. 13,7 x 8,7 cm.
Colección Museo Nacional de Colombia,
Reg. 6151.
Forman parte también de la muestra escultórica de Otálora,
las cariátides alegóricas a la Justicia que decoraban la entrada principal del
antiguo Palacio de Justicia (1920), diseñado por el arquitecto Pablo de la
Cruz, destruido el 9 de abril de 1948. En este lugar hoy queda el Centro
Cultural Gabriel García Márquez.
[i] Francisco A. Cano. Notas
Artísticas. (Medellín, Ediciones Extensión Cultural Departamental, 1987).,
pp. 142-143.
[ii] Carmen Ortega Ricaurte. Diccionario de Artistas en Colombia.(Bogotá, Plaza & Janés,
1979).
[iii] Álvaro Medina. El
arte colombiano de los años veinte y treinta. Bogotá, Colcultura, 1995.,
pp. 42-43.
[iv] Eduardo Arcila Rivera.
Entrevista Inédita con Germán Arciniegas. La Hojarasca. Alianza de escritores
y periodista. http://www.escritoresyperiodistas.com/Ejemplar22/arci.htm
[v]Álvaro Medina. Ob. Cit. p. 18.
[vi] Álvaro Medina. Procesos
del arte en Colombia. Tomo I (1810-1930). (Bogotá, Laguna Libros &
Ediciones Uniandes), 2013., pp. 330-346.
[vii] Marta Fajardo de Rueda, “Francisco Antonio Cano:
Escultor y maestro de la Escuela Nacional de Bellas Artes”. Calle 14: Revista de investigación en el
campo del arte Vol. 3 N° 3, pp.
102-113. Bogotá,
[viii] Basilio Sebastián Castellanos de Losada. Compendio del Sistema Alegórico y
Diccionario Manual de la Iconografía Universal. (Madrid, Elibron Classics),
2001., pp. 272, 509.
[ix] Directorio de Museos de Colombia 2003/2004. (Bogotá,
Ministerio de Cultura-Museo Nacional de Colombia-Red Nacional de Museos),
2003.,p.74.
Bibliografía
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Nacional de Bellas Artes. (1934). Iniciación
de una Guía de Arte Colombiano. Bogotá: Imprenta Nacional.
Gobernación
de Cundinamarca. (2000). Palacio San
Francisco. Patrimonio Nacional. Bogotá: Gobernación de Cundinamarca.
Cano,
F. (1987). Notas artísticas.
Medellín: Ediciones Extensión Cultural Departamental.
Castellanos
de Losada, B. (2001). Compendio del Sistema Alegórico y
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D’Ascia,
l. (2004). Cuerpo e imagen en el
Renacimiento. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia.
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Nacional de Colombia-Red Nacional de Museos.
Fajardo
de Rueda, M. (2009). “Francisco Antonio Cano: escultor y maestro de la Escuela
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Medina,
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(2013). Procesos del arte en Colombia.
Bogotá: Laguna Libros & Ediciones Uniandes.
Noticia
necrológica de Félix María Otálora (29 de septiembre de 1961). El Tiempo, p. 2.
Rubiano,
G. (1983). Escultura colombiana del siglo
XX. Bogotá: Ediciones Fondo Cultural Cafetero.