Pieza del mes de enero del 2005
Despensa de Yerbabuena
Colección de Artes Plásticas
Sala Ideologías, arte e industria, tercer piso
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Ricardo Gómez Campuzano [Bogotá, 25.9.1891 - Bogotá, 12.10.1981] Despensa de Yerbabuena 1939 Óleo sobre tela 69 x 80 cm. Registro 2196 Remitido por la Sección de Bellas Artes del Departamento de Extensión Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional (29.3.1948) |
Impresionado por la vitalidad, luz y fortaleza de la obra de Joaquín Sorolla en sus cuadros costumbristas de pescadores, bañistas en la Costa Azul, escenas de ventas, labores campesinas y escenas típicas de las provincias de España, Gómez Campuzano regresa a Colombia en 1927 decidido a hacer algo semejante. Utiliza, entonces, la luz como tema principal para pintar al aire libre y en recintos cerrados escenas costumbristas de cocinas y despensas campesinas, mercados populares, faenas del campo y actividades cotidianas de la gente. Plasma en sus lienzos todos los rangos sociales del momento histórico en que vive. Reúne en una sola obra las técnicas de la academia, del impresionismo, del postimpresionismo y el expresionismo abstracto, hecho que produce trabajos con un estilo muy personal.
Estas obras son instantes congelados en los que el espectador puede experimentar la fascinación de encontrarse presente en el escenario que el maestro capta de un acontecer cotidiano. Describe con su pincel los objetos utilitarios de la época en forma organizada y al azar (1), formando bodegones distribuidos armoniosamente en distintos sitios de la composición. Pinta cedazos, olletas, ollas de barro (2), canastos (3) y frutas; narra la usanza de las estufas de carbón en la elaboración de los alimentos, las piedras de moler con la mano de piedra, pisones de madera para moler granos, escobas hechas de paja y el tránsito libre de animales domésticos en el ámbito de las cocinas campesinas. Integra el paisaje, el bodegón, el interior, el retrato y los animales en una sola obra, crea fuertes contrastes de luz y sombra (4) y resuelve magistralmente los efectos de reflejo sobre los elementos que causan las diferentes fuentes de luz.
A pesar de haber vivido en una época marcadamente machista, nunca aparecen figuras masculinas en el diario quehacer de sus cocinas. Al hombre campesino lo presenta en faenas del campo como el arado de bueyes, en escenas de arrieros, en ventas campesinas, como jinetes montados en mula o a caballo, llevando las bestias de cabestro y por último, guiando la carreta tirada por bueyes, mulas, burros o caballos percherones.
En Despensa de Yerbabuena, introduce varias fuentes de iluminación: la ventana, la puerta abierta sugerida por el foco de luz que entra hacia el frente de la habitación, la mezcla de todas y el ambiente umbroso del recinto. Al analizar el detalle de esta obra, que abarca la ventana y los dos bodegones, se puede observar que el maestro los trabajó a la vez con una luminosidad diferente que interactúa sobre los elementos de cada uno: el resplandor del sol sobre el bodegón que se encuentra en el poyo de la ventana, la mezcla de luz indirecta sobre el bodegón de la izquierda, la del interior en la penumbra del recinto y, por último, la media luz que se percibe de una puerta que da acceso a la habitación por el frente. Esta última la sugiere la ráfaga de destellos que se introducen por el frente hacia la pared del fondo. Se pueden comparar los diferentes ambientes sobre cada bodegón, lo que implica un conocimiento profundo del manejo del color que le permite lograr distintas atmósferas dentro de una misma obra.
Texto: Beatriz Gómez de Moreno
(1) SERRANO, Eduardo. El bodegón en Colombia. Bogotá: Museo de Arte Moderno de Bogotá.
Bogotá: Alfred Wild, 1992.
(2) Hace referencia a la cerámica de La Chamba, Tolima, y Carmen de Viboral, Antioquia.
(3) Describe canastos tejidos o cubiertos de madera, tallados por artesanos del altiplano cundiboyacense y del Departamento de Santander, Colombia
(4) El iluminismo y contraste de luz evocan la pintura de Tiépolo, Caravaggio, Renoir, Velásquez.
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