Con esta obra, Obregón hizo un homenaje explícito a la crítica de origen argentino, Marta Traba, quien llegó a Colombia en 1954; su presencia en Colombia fue fundamental para el arte moderno colombiano.
A través de artículos en revistas y periódicos, programas de televisión y la cátedra en las universidades de los Andes, Nacional y América, ejerció una fuerte crítica de arte en favor de artistas que ella consideraba "modernos", como Obregón, Botero y Wiedemann.

Para el maestro Miguel Huertas, "uno de los aspectos relevantes del desarrollo moderno es el ascenso de lo que Sennet llama 'la personalidad carismática', de la cual hacen parte tanto el artista como el político. Estas personalidades concentran sobre sí la posibilidad expresiva social, en tanto que el público simultáneamente se hace cada vez más silencioso.

Las 'batallas' (el término es de ella misma) de Marta Traba se concentran en gran medida en esta noción del artista como personalidad modelo y en este cuadro, justamente, se concentran dos de las personalidades más importantes de la segunda mitad del siglo XX".

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Programación especial conmemorativa de los 20 años de la muerte de Marta Traba