​

Viernes 17 de septiembre de 2021, 5:00 p. m.

Diálogo virtual | Exposición Primera y última. Dos cartas para Colombia 1821-1991

La Constitución de 1991 no es letra muerta. Aportes desde el uso efectivo de los derechos de la comunidad LGBTI

María Victoria Palacios. Activista trans, defensora de derechos humanos para la población diversa del Chocó y directora de la Fundación Latidos Chocó.

Elizabeth Castillo Vargas. Activista, política, comediante y escritora colombiana. Defensora de los derechos civiles y consultora en temas de género y derechos sexuales y reproductivos.

Alba Reyes. Activista y directora de la Fundación Sergio Urrego, centrada en el trabajo por la prevención de la discriminación y el suicidio.

Transmisión en vivo a través de la cuenta de Facebook del Museo Nacional de Colombia: 

La Constitución de 1991 le entregó a la ciudadanía mecanismos concretos de protección ciudadana, tales como el derecho de petición, la acción de tutela, las acciones populares y de grupo, las manifestaciones y las peticiones de información.

La comunidad LGBTI ha desarrollado diversas estrategias que, a partir del uso de las herramientas dadas por la actual Constitución de Colombia, les han permitido exigir el cumplimiento de sus derechos fundamentales. Estas estrategias han dado lugar también a procesos de transmisión de herramientas jurídicas, que permiten el uso efectivo de mecanismos como la tutela y también procesos de organización, movilización y visibilización para lograr el cumplimiento y la protección de sus derechos. En últimas, las luchas de esta comunidad nos han enseñado cómo desde la sociedad civil se logra movilizar y lograr cambios en las políticas públicas.

Si bien el ritmo de la adquisición progresiva de derechos ha venido acelerándose en las dos últimas décadas, la homofobia, la discriminación y los crímenes de odio en contra de esta población no han dado tregua, y su disminución, por el contrario, parece ir a un ritmo muy diferente. De modo que la tarea difícil es seguir insistiéndole a la sociedad en general que la diversidad sexual, más que representar una amenaza (como parece ser leída por algunos sectores), hace parte de nuestra riqueza nacional.

En esta conversación nos acompañarán tres activistas que nos ayudarán a entender el poder que como ciudadanos tenemos a la luz de la Constitución de 1991, a la vez que nos invitarán a reflexionar acerca de la importancia de ser una sociedad quereconoce que todas las personas somos libres e iguales en lo que respecta al disfrute de nuestros derechos.