El texto realiza dos cortes longitudinales en la historia del llamado panóptico de Cundinamarca para establecer algunos cambios en la utilización de tres de sus espacios característicos: los pabellones del primer piso, el divorcio o cárcel de las mujeres (que durante algún tiempo funcionó allí) en el segundo piso y la llamada plazuela. A partir de las fuentes consultadas se busca, además, establecer algunas particularidades de la vida del penal y de las condiciones de vida de los internos a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX y, también, a mediados de la década de 1940 antes de que el edificio sea empleado como la sede definitiva del Museo Nacional de Colombia.
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