Por: Felipe Buitrago
Hace poco más de 75 años, al final de la Segunda Guerra Mundial, las avanzadas de los ejércitos aliados descubrieron una serie de cuevas (minas abandonadas generalmente) convertidas en escondites de obras de arte saqueadas a lo largo y ancho de Europa que, aún hoy, siguen asombrando por su escala, valor económico y significado cultural. Hoy, mientras el mundo atraviesa su peor crisis desde el fin de esa terrible guerra, el arte es nuevamente refugio de valor para inversionistas que entienden que en tiempos de incertidumbre las obras de grandes artistas representan seguridad.
En general, el mercado global de artes visuales sufrió una disminución del 21 por ciento en los ingresos de 2020 frente a 2019, de acuerdo con el reporte Art Maket 2020. Sin embargo, esta cifra no representa el estado actual de este mercado, porque en casi todas partes el segundo semestre del año pasado fue mejor que el segundo semestre de 2019, y en el caso de China, el mayor mercado de arte del mundo con el 37 por ciento de participación, el segundo semestre de 2020 superó las ventas de todo 2019.
Esto es producto de dos grandes fuerzas. La primera, como ya se indicó, es que en medio de las crisis el arte es refugio de valor para inversionistas. La segunda es la rápida adaptación tecnológica por parte de prácticamente todos los agentes de la cadena de valor del arte en todo el mundo, como lo señala Thierry Ehrmann, fundador de Artprice y CEO de ArtMarket.com, en su editorial al reporte.
Esta situación evidencia que el mercado de arte global ya ha recuperado sus ventas a niveles de antes de la pandemia. Sin embargo, este rebote es desigual, pues la búsqueda de refugio de valor distorsiona el mercado en favor de los artistas establecidos y los mercados más robustos, dejando a los mercados como el colombiano y en particular a los artistas jóvenes al margen de esta recuperación.
Es por esto que, desde el Ministerio de Cultura y a través del Museo Nacional, creamos el programa de emergencia Arte Joven 20 x 21, como una medida del Compromiso ReactivARTE, a fin de fortalecer las colecciones de 20 museos con recursos para que cada uno de ellos adquiera obras de 21 artistas jóvenes, y que con estas adquisiciones se realicen exposiciones que a su vez reactiven la esperanza en los públicos de las ciudades y comunidades a las que sirven de referente cultural.
Este esfuerzo por generar ingresos y reconocimiento a 420 artistas jóvenes parte de entender que, si bien la pandemia ha afectado a todos los agentes del sector de una u otra forma, son los artistas jóvenes el eslabón más débil y golpeado, y el que necesita un acompañamiento más cercano en este momento.
Este es el primero de una serie de programas y acciones de emergencia que serán desplegados durante las próximas semanas, y que incluyen salas de teatro (adicional al Programa Nacional de Salas Concertadas al que se inscribieron 247 salas), salas de cine y cinematografía nacional, refuerzo económico al Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC) y esfuerzos extraordinarios de dotación de instrumentos musicales y adecuación de salas de danza en más de 150 municipios, entre otros.
Pero estas medidas no serán suficientes si los públicos no regresan a los espacios culturales. La taquilla de la exhibición cinematográfica que nutre el FDC fue 85 por ciento menor en el primer trimestre de 2021 en comparación con el primer trimestre de 2019, mientras que el recaudo de la ley de espectáculos públicos cayó 99 por ciento en el mismo periodo de comparación.
La invitación para todos los colombianos es que, en estos momentos de reactivación segura, pero intermitente por cuenta de las recurrentes olas de contagio de la covid-19, elevemos nuestra conciencia y apliquemos con disciplina las medidas de bioseguridad en solidaridad con la cultura, pues son precisamente los ingresos de nuestros creadores, gestores y empresarios culturales los que más sufren con la recurrencia de las medidas restrictivas de circulación que se activan cada vez que bajamos la guardia.
Al final de esta crisis no vamos a encontrar grandes cuevas llenas de obras artísticas. Sin embargo, la creatividad, ideas, transformaciones y reflexiones causadas por y durante la pandemia, sin duda, serán convertidas en grandes y pequeñas manifestaciones artísticas que, en su turno, asombrarán futuras generaciones por su escala, valor económico y significado cultural.
Felipe Buitrago
Ministro de Cultura
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