Alberto Urdaneta Urdaneta [Bogotá, 29.5.1845 - Bogotá, 29.11.1887] Matea Bolívar  1883 Dibujo a lápiz compuesto sobre cartón Reg. 2046 23,6 x 31,2 cm     Donado por Eduardo Santos (24.1.1959)

2011 – Año Internacional de los Afrodescendientes
A partir de las declaraciones de los Derechos Humanos, los pactos firmados, la Declaración y el Programa de Acción de Durban de 2001, y como una manera de recordar a las víctimas de la esclavitud y la trata transatlántica de esclavos, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 2011 Año Internacional de los Afrodescendientes. El programa de la Pieza del mes mostrará algunos de los objetos que representan y hacen memoria de la participación de los afrocolombianos en la construcción de la nación, para unirse a esta conmemoración.

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Matea Bolívar, hija y nieta de esclavizados, llevaba el apellido de su amo. Nació cerca de 1780 en el hato El Totumo, al sur de San José de Tiznados en Venezuela, y vivió con los Bolívar entre la hacienda de San Mateo y la residencia caraqueña de San Jacinto cuidando a los hijos de Juan Vicente Bolívar y Ponte-Andrade, que eran sólo un poco menores que ella, y entre quienes estaba Simón. Como aya, la persona encargada de la formación de los niños, Matea complementó la labor de Hipólita Bolívar, quien era diez años mayor que ella y amamantó al Libertador.

El 28 de octubre de 1876, día en que se celebró la ceremonia de traslado de los restos del Libertador desde la catedral de Caracas hasta el Panteón Nacional, Matea recibió el respeto y admiración del pueblo venezolano cuando asistió a la ceremonia del brazo del presidente de la República, general Antonio Guzmán Blanco; asombraba siempre su longevidad y lucidez. En esta pieza, donde aparece retratada por Alberto Urdaneta, quien la entrevistó para el Periódico Ilustrado en 1883, se demuestra la importancia de Matea para la historia de Venezuela y Colombia:

Matea

“Entre las personas que el domingo pasean en la exhibición llamaba generalmente la atención una anciana de color que asistía a la apoteosis que representa aquel palacio, casi sin comprenderlo esta anciana debe tener más de ciento diez años. Llámese Matea.
Perteneció á la casa de Bolívar. Ella llevó en sus brazos á Simón Bolívar cuando éste aún no sabía. No debe extrañarse, pues, el interés que despertaba Matea en cuantos la veían”

Matea murió en 1886. Desde 1975 sus restos reposan en la cripta de la familia Bolívar en la catedral de Caracas. En noviembre de 2005 se inauguró en San José de Tiznados la primera fase del Paseo Negra Matea con invitados de Guinea Ecuatorial, Namibia, Saharaui, Benin, Nigeria, Somalia, Zambia, Senegal, Gambia y Mali. En 2008, como parte de las disposiciones del Día Internacional de la Mujer, el presidente venezolano Hugo Chávez anunció la voluntad de elevar al Panteón Nacional a las heroínas Hipólita y Matea Bolívar. El tributo a estas dos mujeres mantiene viva su memoria.