Las piezas tabloides de hombres y mujeres sentados elaboradas en cerámica son comunes en la alfarería quimbaya. Algunas se encuentran sentadas en bancos –figuras exclusivamente masculinas– o en el piso, como es el caso de esta imagen femenina modelada. La nariz sobresale del rostro, en tanto que los ojos y la boca se representan mediante líneas profundas horizontales. Se observan también el ombligo, los pezones y la vulva.
Tanto las piernas extendidas como los brazos flexionados tienen diseños incisos circulares y triangulares que se asemejan a cintas o fajas, las cuales representan el empleo de ligaduras para modelar los músculos de brazos y piernas que posiblemente se utilizaron como señal de rango o pertenencia a un grupo social. Éstas, elaboradas con fibras vegetales y pieles de animales, las usan en la actualidad grupos indígenas como los nukak, los cunas y los yaguas.
La pintura negra y rojiza, común de la cerámica quimbaya, se emplea para representar la pintura facial y corporal propia de los grupos del Cauca Medio. Así mismo, se observan orificios en la cabeza y la nariz que evidencian el uso de narigueras y orejeras de oro, al igual que adornos –posiblemente de plumas–. Lamentablemente, a causa del saqueo y la guaquería que sufrió esta región, no pueden apreciarse en la actualidad.
Estas figuras quimbayas se han hallado junto a piezas de oro en entierros en Caldas, Risaralda, Quindío y nororiente de Valle del Cauca, zona habitada por distintos grupos entre el 500 a.C. y el 1500 d.C.