A partir de una tela que sirvió como empaque de bayeta, el artículo hace un análisis de los hechos que giraron en torno del comercio de importaciones al finalizar el siglo XIX, en contraposición a la producción artesanal colombiana en las economías básicas regionales. El texto reseña las diferentes zonas de producción y mercados para los productos locales y los importados, la organización de estas compañías familiares y su proyección a comienzos del siglo XX, ante las empresas que dieron origen a la industria textil nacional, y el intento de algunos comerciantes colombianos por abrirse campo en la importación, como es el caso de la Casa Inocencio Vargas e Hijos.
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